Hay muchas variantes de monederos hechos con briks, pero te enseñaré un modelo sencillo que no requiere plantilla y que te permitirá jugar con el envase dándole tu toque personal. Es una actividad muy entretenida para los peques de la casa, pero también para tí. Recuerda que ya estamos de vuelta al cole y las profes nos empezarán a pedir las típicas aportaciones de ideas para reciclar, así que ya sabes, ¡¡ a quedar bien !!. Desde luego no es el monedero que le gustaría a Carmen Lomana, pero te aseguro que cuando te toque pagar el café, tendrá más protagonismo que los de Louis Vuitton.
MATERIALES
1- Brik formato litro tradicional.
1- Tijeras fuertes.
1- Trozo de velcro autoadhesivo.
TUTORIAL (PASO A PASO)
En primer lugar enjuaga repetidas veces el brik hasta que quede completamente limpio, déjalo con el tapón abierto boca abajo para que se seque del todo.
A continuación desmonta las esquinas hasta dejar el envase plano. Fatiga los cantos primero con los dedos y luego con el mango de las tijeras.
Ten cuidado de no ejercer demasiada fuerza para evitar dañar la impresión del envase.
A continuacion recorta la parte superior e inferior del brik.
Invierte los pliegues realizados en los pasos anteriores hacia el interior y vuelve a fatigarlo con el mango de las tijeras.
Pliega el tercio inferior hacia la parte superior y el tercio superior restante hacia el inferior. Fatiga el material de manera que se defina la forma en las articulaciones.
Recorta longitudinalmente los pliegues correspondientes al tercio superior del paso anterior.
A continuación recorta las lenguetas correspondiente al pliegue, dejando las dos solapas grandes.
Introduce la solapa próxima al tercio inferior de manera que una ambos compartimentos. La solapa restante nos servirá de cierre del monedero. Probablemente tengas que ajustar ambas solapas de manera que encajen perfectamente una dentro de otra.
Redondea con tijeras las equinas de la solapa y a continuación fija los velcros en la zona de cierre.
A medida que la uses, el monedero irá tomando forma y se hará cada vez más suave y manejable. Como pasa con casi todos los monederos, lo más difícil es tenerlos llenitas de dinero. Yo se la he dado a mi hija y con ella iremos mañana a comprar el pan… Todavía es muy pequeña pero quiere pagar ella…¡veremos como se las apaña con las monedas!
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